Las turbulencias son uno de los fenómenos atmosféricos más comunes y notorios que afectan a la aviación. Aunque rara vez representa un riesgo grave para la seguridad del vuelo, sí puede provocar incomodidad, alteraciones operativas e incluso incidentes menores a bordo. En este artículo, exploramos en profundidad qué es una zona de turbulencia, los tipos más frecuentes, cómo se detectan y predicen, y cómo se gestionan durante un vuelo.

¿Qué es una turbulencia?

Desde el punto de vista físico, la turbulencia se define como un movimiento irregular y caótico del flujo de aire. A diferencia del flujo laminar —ordenado y suave—, el flujo turbulento se caracteriza por la aparición de remolinos, cambios abruptos en la velocidad y dirección del viento, y variaciones en la presión del aire.

Para una aeronave, atravesar una zona de turbulencia implica enfrentarse a cambios impredecibles en la sustentación y el empuje, lo que puede traducirse en movimientos de cabeceo, alabeo o sacudidas verticales y laterales.

Tipos de turbulencia

En aviación, se reconocen diversos tipos de turbulencia, clasificados según su origen:

1. Turbulencia de aire claro (CAT)

Es uno de los tipos más difíciles de predecir, ya que se produce en altitudes elevadas (entre 8.000 y 12.000 metros), en cielos despejados y sin nubes visibles. Está asociada a corrientes en chorro (jet streams) y a la cizalladura del viento, es decir, a cambios bruscos en la dirección o velocidad del viento en capas cercanas de la atmósfera.

Es común en vuelos transcontinentales y puede ser especialmente intensa cerca de los bordes de las corrientes en chorro.

2. Turbulencia convectiva

Se origina por el ascenso de aire caliente desde la superficie, formando nubes de desarrollo vertical, como cúmulos y cumulonimbos. Es característica de zonas tormentosas y puede incluir corrientes ascendentes y descendentes muy fuertes.

Este tipo de turbulencia es detectable mediante radar meteorológico a bordo, lo que permite a los pilotos rodear las nubes más activas.

3. Turbulencia mecánica u orográfica

Tiene lugar cuando el flujo de aire se encuentra con obstáculos físicos como montañas, edificaciones o zonas urbanas. La interacción entre el viento y el relieve provoca la formación de ondas de montaña, rotoras y remolinos.

Los aeropuertos situados cerca de cordilleras o terrenos elevados suelen estar más expuestos a este tipo de turbulencia, especialmente durante las maniobras de despegue y aterrizaje.

4. Turbulencia de estela (wake turbulence)

Es generada por otras aeronaves, en especial las de gran tamaño. Al desplazarse, los aviones crean vórtices de punta de ala que pueden permanecer en el aire durante minutos. Esta turbulencia es peligrosa si una aeronave más pequeña sigue muy de cerca a otra más grande, sobre todo durante las fases de despegue y aterrizaje.

Por esta razón, los controladores aéreos mantienen separaciones mínimas obligatorias entre aeronaves en función de su categoría de estela turbulenta.

Intensidad de la turbulencia

La intensidad de la turbulencia se clasifica habitualmente en tres niveles:

  • Ligera: provoca pequeñas oscilaciones; no hay pérdida de control.
  • Moderada: se percibe un movimiento más brusco; los pasajeros deben permanecer sentados y abrochados.
  • Severa: movimientos abruptos y violentos; puede haber pérdidas momentáneas de altitud o control. Es poco frecuente pero puede provocar lesiones si no se siguen los protocolos.

Existe también la categoría de turbulencia extrema, muy rara, que puede exceder los límites estructurales de la aeronave. Los aviones comerciales están diseñados para soportar este tipo de cargas, aunque este nivel de turbulencia es altamente inusual.

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¿Cómo se predicenlas turbulencias?

La predicción de turbulencias es una tarea compleja que implica la combinación de distintas tecnologías y fuentes de información meteorológica. Entre las herramientas y métodos más utilizados se encuentran:

1. Modelos meteorológicos numéricos

Los modelos meteorológicos de alta resolución, como los desarrollados por el NOAA (National Oceanic and Atmospheric Administration) o el ECMWF (Centro Europeo de Predicción a Medio Plazo), permiten anticipar zonas de cizalladura, corrientes en chorro y gradientes térmicos.

A partir de estos modelos, se elaboran mapas de predicción de turbulencia que se actualizan cada pocas horas y se distribuyen entre los operadores aéreos y servicios de navegación.

2. Radar meteorológico a bordo

Los aviones comerciales cuentan con radares que detectan la reflectividad de las nubes. Si bien no pueden ver la turbulencia directamente, permiten identificar zonas convectivas (como tormentas) que suelen estar asociadas a turbulencias severas.

Estos sistemas permiten ajustar la ruta de vuelo en tiempo real, evitando entrar en zonas de alto riesgo.

3. Reportes de pilotos (PIREPs)

Los PIREPs son informes voluntarios realizados por los pilotos durante el vuelo, donde se indica la presencia de turbulencia, su ubicación, altitud y severidad. Son de gran utilidad para otras aeronaves que vuelan en la misma región y para los servicios meteorológicos aeronáuticos.

4. SIGMET y AIRMET

Son boletines meteorológicos aeronáuticos que alertan sobre fenómenos peligrosos. El SIGMET informa sobre turbulencias severas que pueden afectar a la seguridad operacional, mientras que el AIRMET cubre fenómenos de menor intensidad pero igualmente relevantes.

Gestión de las turbulencias en vuelo

El procedimiento habitual ante una zona de turbulencia incluye:

  • Cambio de altitud: muchas veces, pequeñas variaciones de altitud permiten encontrar aire más estable.
  • Reducción de velocidad: los aviones cuentan con una velocidad específica para turbulencia (turbulence penetration speed) que minimiza el impacto de los movimientos bruscos.
  • Aviso a cabina: se enciende la señal de cinturones, se suspende el servicio de a bordo y la tripulación se asegura de que todo esté asegurado.
  • Coordinación con el control aéreo: se reporta la turbulencia y se solicita autorización para cambiar de ruta o altitud si es necesario.

¿Supone un peligro real?

Para la mayoría de los vuelos, la turbulencia no representa un problema grave. Las aeronaves están diseñadas para soportar cargas estructurales mucho mayores de las que se producen incluso en turbulencias severas. Sin embargo, las lesiones pueden producirse en pasajeros o tripulantes que no están adecuadamente asegurados.

Según la FAA, los incidentes más frecuentes son golpes y caídas debido a la falta de cinturones abrochados o movimientos no controlados dentro de la cabina.

En conclusión, las zonas de turbulencia son fenómenos atmosféricos normales dentro de la aviación moderna. Aunque pueden resultar incómodas o desconcertantes para los pasajeros, los profesionales del sector disponen de herramientas avanzadas para preverlas y gestionarlas eficazmente.

Con el desarrollo continuo de tecnologías de predicción y sistemas de monitoreo en tiempo real, la aviación comercial sigue avanzando hacia vuelos cada vez más seguros, estables y eficientes.

Te animamos a seguir leyendo sobre datos y curiosidades de aviación con nuestro último artículo “¿Cómo se comunican los pilotos con la torre de control?”. En él te contamos cómo se estructura la comunicación ATC, qué tecnologías intervienen, cuáles son los protocolos estandarizados y qué papel desempeñan los controladores en cada fase del vuelo, desde el rodaje hasta el aterrizaje. Una lectura imprescindible para comprender el lenguaje que mantiene el cielo organizado y seguro.

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